sábado, 25 de septiembre de 2010

Un día cualquiera, sí sabes qué hora es.



 Son las cuatro y veinte de la mañana y estoy en la puta calle camino de no se dónde. La primera idea es la que cuenta, a la bolsa de la T4. Miro mi teléfono y... ¡Bingo! Un mensaje de una clienta 'Me recoges a las 6:45 para ir al AVE?'. Espero en el tubo hasta las seis y media. Dos horas menos de sueño y sin clientes voy a recogerla. Me saluda con un par de besos después de vacaciones y llegamos a Atocha, quedo para recogerla por la tarde. Genial.
  Son las siete y cuarto de la mañana y soy el octavo en la fila del AVE. Esto pinta bien. Hay tres chavales al lado de mi coche, son taxistas, dos de ellos parecen hiperactivos, hablan y ríen a carcajadas gesticulando exageradamente y sin embargo ya se estaban fumando algo. Salgo a tomar el aire (limpio) y directamente comienza un interrogatorio sobre mi coche, que si cómo funciona el sistema híbrido, que si el maletero es pequeño, que si por dentro parece un avión. Les invito a pasar y les explico cómo funciona todo. Uno de ellos, el que más ganas tiene de ser el líder me dice que ya había subido en uno, una noche con sus amigos.

  En ese momento recuerdo su cara. Un sábado hacia la una y media de la mañana en el barrio de Hortaleza y dirección al centro subió con tres más, él se sentó detrás del asiento del copiloto y tardó poco en identificarse como compañero. Me dijeron que pusiera radio “jicho”, a lo que me negué en rotundo con mucho cachondeo y mi mejor sonrisa de plástico. ‘Vente de fiesta’ ‘mira cómo están esas’ '¡Ehhh! ¿Qué passsa guarras!’ ‘¿Tu nunca has follado currando? Jajaja, pero si es fácil’ ‘si se suben esas dos les saco la polla y…’
  No aguanto más -…Y se ríen de ti-, le digo. Sus amigos se descojonan mientras no sabe por dónde salir. La cosa terminó sin novedad.

  Por suerte salen, salimos de mi coche. Enfrío la conversación hasta reducirla a cero. Me encierro en mi crisálida y espero.
  Son las ocho y diez. Sube un bilbilitano, un tío excelente que va a preparar Fruit Attraction en IFEMA.





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