Mientras me abalanzo sobre ella con resignación, la miro a los ojos y me vienen los recuerdos de toda una vida juntos, alegrías, penas, desilusiones, más alegrias, el último y encarnizado desencuentro aún sin resolver.
Aterrizo y se produce una explosión sorda bajo mi estómago.
Un fogonazo blanco que se vuelve rojo.
Mis vísceras esparcidas.
Calor....frío.
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